Se percibe una alta decepción entre los hinchas del América de Cali por el rendimiento que el equipo tuvo en los cuadrangulares, con tres derrotas ante Medellín, Millonarios y Nacional, que le significaron la temprana eliminación.

En los dos primeros partidos arrancó ganando y se lo dieron vuelta. Las posteriores declaraciones del entrenador, Lucas González, avivaron la polémica por mostrar muy poca autocrítica y dedicarse a hablar del ‘xG’ (expectativa de gol). Se trata de una métrica que arrojan las aplicaciones y la cual mide la probabilidad de que un tiro efectuado o una llegada con peligro, termine dentro del arco.

Y la verdad es que sí, el cuadro escarlata no ha estado a la altura de lo que prometía su nivel en el todos contra todos. Hizo muy buenas presentaciones que lo llevaron a estar en la parte alta de la tabla y justo parece que le agarró una curva descendente en su nivel desde la fecha 20, cuando perdió con Bucaramanga y de paso, cedió la oportunidad de ser cabeza de grupo.

Defensivamente el América había tenido sendos problemas durante todo el torneo, pero los compensaba con una vocación ofensiva muy intensa. En los últimos juegos se le perdió el gol y los problemas atrás han continuado. Como consecuencia de eso: cero puntos de seis posibles y una posibilidad de ser finalista muy lejana. Tiene que ganar los cuatro partidos que le restan y esperar que paisas y bogotanos pinchen.

Pero más allá de eso y aunque no logré el objetivo de estar en los últimos dos partidos de la liga, hay que rodear a Lucas González y apoyar su muy buen trabajo, porque ha mostrado ser un DT interesante, con conceptos tácticos modernos, con un fútbol alegre, de esos que invitan al hincha a comprar una boleta para ir al estadio. Es joven pero muy estudiado y si lo dejan trabajar, en poco tiempo podría tener a la ‘mecha’ ganando títulos. Seguro.

Veamos el caso de Gamero: arrancó en Millonarios quedan[1]do eliminado de todo en su primer año. Afuera de los ocho, despachado en Copa Colombia por Alianza Petrolera y sin cupo a Copa Sudaméricana, al perder con Cali. Bajo la lógica del resultadista era para echarlo sin miramientos. Fracaso rotundo.

Pero los directivos del cuadro azul lo aguantaron con paciencia y confianza. Había la convicción de hacer un proceso liderado por ‘Tito’ y hoy, tras cuatro años de trabajo, Millonarios es uno de los equipos más sólidos del FPC: ha ganado títulos, tiene una nómina de calidad, vende jugado[1]res al fútbol del exterior…

América podría ir en esa misma línea y tiene un buen prospecto de capitán para conducir la nave. Sólo hay que darle continuidad y respaldo, más allá de cómo termine este campeonato.

Ahora bien, cierto es que Lucas como entrenador es muy bueno, pero el personaje que ha construido le puede jugar en contra, y desde esta tribuna lo invito a que merme esa posición de ego, evite las continuas excusas y no use la data como ‘caballito de batalla’ cuando los resultados son adversos. Es muy bueno que González sea un DT académico, pero habría que recordarle que el fútbol es sencillo, simple y para la gente. Ahí radica su magia.

Los datos, las cifras y las métricas son muy válidos en el fútbol de ahora, pero eso va de puertas para adentro y con sus colaboradores. Le juega muy en contra cuando científica los partidos y da cátedras explicativas desde los números, eludiendo la autocrítica o demeritando al rival, como lo hizo el día que perdió con Medellín “se les apareció la virgen” dijo. Esas no son declaraciones de un DT en rueda de prensa. Lo hacen antipático y por ahí derecho intensifican los ataques en su contra. Así como se aprende a dirigir, debe aprender a declarar ante los medios y la opinión pública.

Lucas, el entrenador, es muy bueno. Lucas, el personaje, tiene mucho por pulir…

 

Por Futbol